La semana fue muy emotiva para él, pues pudieron venir el papá y la mamá, aunque lo hicieron en momentos diferentes y disfrutamos mucho con lo que nos trajo cada uno.
Irina, su mamá nos contó un cuento sobre el amor de un Rey, que lo había perdido, y lo pudo recuperar gracias a su hija. Como iba a ser San Valentín, los niños se llevaron para regalar o para ellos mismos unos colgantes de fieltro. Cada uno decidió para que lo iba a usar ( marcapáginas, colgante, para el coche..). Con ella también vimos el árbol genealógico de Gabi y conocimos a su familia de Rumanía.
El jueves vino Alfonso, al que tanto conocemos y queremos, y como no podía ser de otra forma, nos trajo unas tomateras que plantamos en macetas individuales para llevarlas a nuestra casa y nos den tomates más adelante.
Muchas gracias por venir
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