Ir a la sala de piscomotricidad es una fiesta. Llegan con ganas, y se meten en la historia que preparamos. Este día la ambientamos con el bosque de los cerditos. Los oyes hablar, yo seré tal o cual cerdito, yo el lobo, yo no tengo miedo, yo soy valiente, veo las huellas... Juegan como quieren con la única norma de "Me respeto a mí y respeto a los demás". Después del juego viene la vuelta a la calma, recogiendo, descansando, hablando, dibujando o escuchando un cuento.
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